El objeto de estudio de la Ética es:

Socialización – Reacciones Sociales

Un principio es el comienzo de algo. Del mismo modo el concepto también se emplea para nombrar a un valor o a un postulado que se tiene en cuenta para el desarrollo de una acción. Un principio, de este modo, puede ser equivalente a una norma.

Entendemos por «principio» una afirmación fundamental de la que se derivan una serie de consecuencias o conclusiones. No son algo añadido a la persona, como cualquier calificativo, sino que fluyen como atributos de su misma realidad y se fundamentan en su naturaleza. Los principios se caracterizan por lo absoluto de sus exigencias, la universalidad de su validez y la inmutabilidad de su contenido.

Ético, por otra parte, refiere a lo relacionado con la ética (la rama filosófica que se centra en los asuntos morales). La ética, en este sentido, está formada por las reglas morales que se toman como base para el accionar.

Vinculado con el concepto de ética tenemos la «Deontología«, siendo la parte de la ética que trata de los deberes y principios que afectan a una profesión.

Según la RAE la palabra ética significa «Recto, conforme a la moral» o « Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre.» Podemos entender la moral como la «Ciencia que trata del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia.»

Según una corriente «clásica», la ética tiene como objeto los actos que el ser humano realiza de modo consciente y libre (es decir, aquellos actos sobre los que ejerce de algún modo un control racional). No se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino que busca emitir un juicio sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo.

No son pocas las definiciones que pueden encontrarse acerca de lo que es la ÉTICA. La enciclopedia Siglo XXI define la Ética como «la parte de la Filosofía que tiene por objeto los valores relacionados con la voluntad y la conducta humanas«.

En otras enciclopedias aparece como «la disciplina que trata de la valoración moral de los actos humanos«.

Filósofos como Fernando Savater la definen como «el arte de vivir, el saber vivir, por lo tanto el arte de discernir lo que nos conviene (lo bueno) y lo que no nos conviene (lo malo)».

De este modo, lo habitual, y así lo hacen muchas personas cuando realizan una distinción entre ética y moral, es usar a la sociedad como elemento diferenciador. Así, para muchos al hablar de sociedad se habla de ética, pero al hablar de individualismo se habla de moral, o dicho de otro modo, cuando los valores viene referidos a la sociedad, hablan de «ÉTICA», y cuando los valores vienen referidos a cada uno de nosotros de forma individual, se habla de «MORAL».

No obstante también hay otros muchos para los que no hay lugar a dicha distinción, o acaso, ¿no son los seres humanos, seres que viven en sociedad y por ende su comportamiento repercute en ella?

La ética es por tanto una disciplina que busca razones universales para adecuar la conducta humana al bien del universo, la sociedad y el individuo. Algo es bueno si favorece el desarrollo del ser humano. Esta es la referencia última para valorar la eticidad de cualquier acto humano.

Con estas aclaraciones, podemos analizar la noción de principio ético, y decir de estos que se trata de una regla que sirve como guía para definir la conducta, ya que recoge aquello que se toma como válido o bueno. Por ello podemos decir que los objetivos de la ética son básicamente preventivos.

La mayoría de los textos académicos consultados establecen que la regla de oro de la ética es «Trata a los demás como querrías que te trataran a ti». También se puede expresar en forma negativa (conocida como regla de plata): «No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti».

Durante mucho tiempo se confió en que la conducta de los seres humanos se rigiera por una serie de principios morales sobre «lo justo y lo injusto, sobre lo bueno o lo malo, etc». El cumplimiento de tales principios dependía la voluntad de cada uno, no constaban por escrito y su incumplimiento apenas se castigaba.

Por otra parte se comprobó que tales principios eran transmitidos a través de la socialización y que por tanto no eran homogéneos para todos, sobre todo en sociedades complejas y cambiantes como las actuales.

Existen, sin embargo, numerosos principios éticos compartidos a nivel social. Respetar a todos los seres humanos, no ejercer la violencia, ayudar a quien lo necesita, son algunos ejemplos de los principios éticos más usuales.

Para la determinación de los principios éticos, el ser humano ha ido recopilando aquello que se mostró como dañino para las sociedades y que, por lo tanto, debería evitarse en el comportamiento. Si la experiencia histórica demuestra que la violencia no lleva a nada bueno, la no violencia se convierte en un principio ético. La gente tiende a creer, por lo tanto, que no debe actuar con violencia ya que las consecuencias de una acción violenta son negativas.

Entre los principios éticos básicos o fundamentales destacamos:

  • Principio de Humanización
  • Principio de Respeto por la Autonomía.
  • Principio de Igualdad
  • Principio de Complejidad
  • Principio de Totalidad
  • Principio de Solidaridad
  • Principio de Subsidiaridad
  • Principio de No Maleficencia.
  • Principio de Beneficencia.
  • Principio de Justicia.
error: