Migraciones contemporáneas
Los movimientos migratorios han tomado distintas características a partir de la década de 1970, al igual que los orígenes y destinos, y su tendencia ha sido constantemente creciente. En función de ello, Castles y Miller (1993) han establecido una tipología, estos autores consideran que las principales tendencias que caracterizan a las migraciones en este periodo de globalización del sistema mundial son los siguientes:
- 1. Globalización. De los 209 Estados existentes en el mundo, cerca de la mitad participan en forma notable en este proceso (43 como países de recepción, 32 como países de salida y 23 como países de recepción y salida), por lo que cada vez son menos las zonas del mundo que quedan al margen de las corrientes migratorias trasnacionales. Por otra parte, en una versión más reciente y de acuerdo con datos proporcionados por la Organización Internacional del Trabajo sobre patrones migratorios en 152 países, los resultados arrojaron —a pesar de tratarse de un número menor de naciones— que el número de grandes receptoras de inmigrantes en busca de trabajo aumentó de 39, en 1970, a 67, en 1990, el de países emisores pasó de 29 a 55 y el de emisores-receptores se elevó de cuatro a 15 en el mismo periodo.
- 2. Diversificación. Los flujos actuales se alejan crecientemente de un modelo único; hay refugiados de guerra, refugiados económicos, mano de obra barata, trabajadores altamente cualificados, estudiantes, directivos y empresarios; coexisten flujos de asentamiento con movimientos temporales y migraciones circulares (con idas y vueltas sucesivas); grupos con estabilidad jurídica, con contratos y permisos de corto plazo, e irregulares; colectivos que emigran libremente junto a otros que están sujetos a redes de tráfico de personas, etcétera.
- 3. Aceleración. El volumen de emigrantes se ha multiplicado durante las últimas décadas y no ha cesado de crecer en casi todas las regiones durante los últimos 20 años, aunque con intensidades diferentes.
- 4. Feminización. Se trata de un elemento clave de la nueva situación mundial. Aunque a lo largo de la historia las mujeres han estado presentes en los movimientos migratorios, en la actualidad se les encuentra en todas las regiones y en todos los tipos de flujos. Además, junto a las que se desplazan acompañando o para reunirse con su pareja masculina, cada vez son más las que emigran solas, sea de forma independiente o poniendo en marcha la cadena migratoria a la que posteriormente se incorporan los hombres (Aja y Carbonell, 1999: 29). En función de estas amplias características se han detectado las regiones emisoras y receptoras de migrantes en el mundo globalizado.